¿Para qué se utiliza el ácido hialurónico? Descubre todo sobre el elemento químico

Seguro que has oído hablar de él, pero ¿sabes para qué sirve el ácido hialurónico?

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En los últimos años, el nombre de este elemento químico se ha vuelto cada vez más popular y una opción cada vez más accesible.

Pero ¿sabes qué es el ácido hialurónico y para qué sirve este elemento químico?

En el contenido de hoy exploraremos un poco más sobre el ácido hialurónico y comprenderemos mejor los usos de este elemento.

¿Qué es el ácido hialurónico?

Mucha gente no lo sabe, pero el ácido hialurónico es una sustancia que también produce nuestro organismo. 

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Esta sustancia es conocida por sus propiedades hidratantes y por estimular la producción de colágeno en nuestro organismo.

Pero, como casi todo en el cuerpo humano, con el tiempo, esta producción comienza a cambiar.

A medida que envejecemos, la producción de ácido hialurónico de nuestro cuerpo termina disminuyendo. 

Por lo tanto, a menudo es necesario sustituir este elemento. Y este tratamiento sustitutivo se puede realizar mediante aplicaciones, que pueden ser tópicas o inyectables. 

¿Para qué se utiliza el ácido hialurónico?

Ahora que ya sabes un poco más sobre este elemento, es momento de hablar un poco más sobre para qué sirve el ácido hialurónico.

Como se mencionó en el tema anterior, el ácido hialurónico producido naturalmente por nuestro cuerpo juega un papel fundamental en la producción de colágeno.

Por lo tanto, este elemento también es ampliamente utilizado para ayudar a reducir las arrugas y líneas de expresión. 

Además, el uso directo de ácido hialurónico en el rostro ayuda a sostener e hidratar la piel.

Su uso ayuda a evitar efectos como: flacidez, signos y líneas de expresión que puedan molestar al paciente.

Al utilizar ácido hialurónico –que actúa rellenando los espacios entre las células– la piel adquiere un aspecto más hidratado y revitalizado.

Otro uso muy popular del ácido hialurónico es durante las llamadas armonizaciones faciales. 

En este procedimiento, el ácido hialurónico ayuda a dar nuevas proporciones al rostro del paciente, modificando partes como la nariz, las ojeras e incluso la mandíbula.

Y lo mejor es que, a pesar de que esta reposición se realiza de forma clínica, no existe ningún riesgo de que nuestro cuerpo rechace el elemento –ya que el ácido hialurónico también lo producimos de forma natural-.

En otras palabras: es un tratamiento totalmente seguro y que no supone ningún riesgo para nuestra salud.

Esta es quizás la razón principal por la que el uso del ácido hialurónico se ha vuelto tan popular en los últimos años.

Beneficios del uso de ácido hialurónico

Ahora, ¿qué tal si conocemos un poco más los principales beneficios del uso del ácido hialurónico? 

¡A continuación enumeramos algunos de los principales puntos positivos del uso de la sustancia!

Ayuda a combatir las arrugas y líneas de expresión del rostro.

Si hay dos cosas que pueden resultar bastante molestas a medida que envejecemos, son las arrugas y líneas de expresión en nuestro rostro.

Como el ácido hialurónico es uno de los principales componentes responsables de la firmeza y tersura de nuestra piel, la disminución de la producción de esta sustancia y de colágeno por parte de nuestro organismo tiene un efecto directo sobre nuestra piel.

Y esta consecuencia es el envejecimiento natural de nuestra piel y, en consecuencia, la aparición de arrugas y líneas de expresión.

Para reponer las sustancias perdidas y ayudar a combatir estos factores, el ácido hialurónico se puede utilizar de dos maneras.

Es posible utilizar productos cosméticos – como cremas y mascarillas – o incluso mediante aplicaciones.

Estas aplicaciones, a pesar de ser mínimamente invasivas, ayudan a suavizar los signos del envejecimiento.

Ayuda en el proceso de hidratación celular.

Aunque el beneficio más comentado del ácido hialurónico es su capacidad para combatir los signos del envejecimiento, este no es su principal beneficio.

El ácido hialurónico juega un papel muy importante en la hidratación celular.

Al ser un elemento con un alto poder de absorción y retención de agua, se estima que el ácido hialurónico es capaz de retener hasta mil veces su propio peso. 

De esta forma, el ácido hialurónico contribuye directamente a la hidratación de la piel. Y esto tiene un efecto directo sobre ella, dejándola con un aspecto más saludable, radiante y fresco.

Ayuda a reducir los efectos y signos del envejecimiento de la piel.

Como ya se menciona en el texto, la producción natural de ácido hialurónico de nuestro cuerpo comienza a disminuir significativamente con el tiempo.

Pero no pensemos que esta disminución sólo se produce a medida que nos acercamos a la vejez. Todo lo contrario.

Esta disminución del ácido hialurónico en nuestro organismo comienza a producirse –aunque de forma muy gradual- a partir de los 25 años. 

Es a partir de esta edad cuando empiezan a aparecer, aunque muy lentamente, los primeros efectos y signos del envejecimiento cutáneo.

Por tanto, para quienes quieran empezar a combatir las arrugas lo antes posible, optar por un tratamiento con ácido hialurónico puede ser la mejor alternativa.

Cuidados que van más allá del uso de ácido hialurónico

Aunque los efectos del envejecimiento y la disminución de la producción de ácido hialurónico y colágeno son visibles con el tiempo, están lejos de ser las únicas amenazas para la piel.

Estos efectos son las consecuencias internas que debemos afrontar a medida que envejecemos. 

Pero hay una serie de factores externos que influyen negativamente en la calidad de nuestra piel.

Entre ellas se incluyen: la exposición frecuente al sol sin utilizar los protectores solares adecuados, una mala alimentación, no beber suficiente agua diariamente y abusar de sustancias como el cigarrillo y el alcohol.

Por lo tanto, es importante destacar que el ácido hialurónico es una gran alternativa para quienes buscan minimizar los efectos del envejecimiento.

Pero seguramente tendrá un efecto aún mejor si le das un pequeño empujón y aprendes a cuidar mejor tu propia piel.

También debes poner de tu parte y, si tienes estos hábitos, intentar cambiarlos. ¡Tu piel te lo agradecerá! 

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